martes, 11 de septiembre de 2007

HiStOrIaS iNtErMiNaBlEs


Sentada en un bar español y masticando un bocadillo de lomo y queso, disfrutando en este instante el hecho de no tener a nadie que me incomode, nadie ante quien procurar bocados prudentes.

Pero, ¿estoy realmente sola?

Ahora mismo, ante los ojos de los demás sí, lo estoy. Si alguien cruza la calle mediada por un cristal y mira en mi dirección dirá, vaya, qué hace esa chica comiendo sola. La soledad en ese caso es un adjetivo circunstancial, del que depende tan sólo la densidad de población de un restringido espacio a mi alrededor. La soledad es entonces característica, hecho, como el color negro de mi pelo o el lomo del bocata.

Pero la cuestión es, ¿me siento sola?

Eso es lo que realmente importa, ¿no?, el sentimiento.

Hace tan sólo unas horas, dos figuras templadas desaparecían tras de mí, poniendo punto y el cartel de "Continuará...?" a una historia de las de verdad, no las que te cuentan de pequeño con un principio genérico y un final concluyente, no, sino con las que te encuentras en la vida, con un principio violento que interrumpe la rutina, y un final condenado a la maldita eternidad, a la historia interminable.

Y no sólo pienso en esas figuras, sino en todo lo que representan, en todas las figuras que dejé atrás un poquito antes en el tiempo.

También pienso en el resto de historias interminables de mi vida. En el resto de figuras que me esperan delante.

Sola o no, lo que importa es saber que aquí, con este bocata y la cocacola y la estación, me sostengo en una coma, más que literaria musical, porque significan una respiración, una pausa para llenar bien hondo los pulmones y luego vaciarlos. La historia sigue, hasta el final, interminable.




2 comentarios:

Pau dijo...

Ya lo cantó una vez un tipo con patillas: "La soledad no está tan sola, no ves que a mi no me abandona?"

Sentirse solo, o estarlo, no es malo, a decir verdad, para lo que hay por el mundo, muchas veces es mejor estar así, lo que pasa es que no han contado que las cosas entre varios (genericamente dos, para tocar los cojones, mire usted) se llevan mejor...

Anónimo dijo...

Qué video tan bonito, y le queda tan bien esa canción...