viernes, 4 de enero de 2008

BuZóN dE vOz

Mierda, nunca me ha gustado hablar por estos cacharros... ¿Quién pone hoy en día el buzón de voz? En fin, bueno, te llamaba para charlar. Bueno, tengo algo que contarte. Mira, casi que te lo dejo grabado y luego me llamas y me dices que opinas, y charlamos y eso, que estoy un poco rayado... A ver si ahora te vas a rayar tú, no es nada importante así trascendente, o a lo mejor sí, yo qué sé, no sé, ya no se nada, ha sido todo muy rápido. Bueno el caso es que me he casado. Así, de la noche a la mañana, ya sé, y mira que antesdeayer te decía que no había ni una que mereciera dos vistazos, pero yo que sé, han pasado muchas cosas estas 48 horas... Si quieres luego me llamas y te cuento, aunque tampoco hay mucho que contar, fue tal cual así, cuando nos despedimos del portal el otro día la conocí, me metí en el autobús que no era, después del ciego que nos habíamos cogido, y cuando me quise dar cuenta estaba en la otra punta de la ciudad, así que me bajé y busqué otra parada o algo, total que tenía que esperar como 15 minutos y qué quieres que te diga, con el frío que hace yo paso de estar en la calle un rato, así que pa'l bar de enfrente fui a tomar algo caliente a ver si de paso se me pasaba el pedo que casi poto en el bus. Y no sé, resulta que me lié a hablar con uno por ahí de estos acabaos que encuentras a cualquier hora, tío majete, y nos dieron las mil, y le vino a buscar un bombón que se llama Ágatha, con hache intercalada que según ella queda mejor, que es que es alemana, y ná el colega se había agarrado una que iba peor que yo, así que entre Ágatha y yo a llevarle a casa y ya nos liamos allí a hablar, que si la vida esto que si la vida aquéllo, que nos dieron las mil ya y pico, y yo que me engancho de la tía pero claro, Ágatha así con la hache ésa en medio y con novio borracho de barra de bar pues como que no da buena espina, pero la veo así como muy bonita y hablando de todo tío como si fuera una grabadora, no qué bobada una grabadora no, como si fuera un reflejo de mi cabeza o algo, ¿ves? me rayo, bueno de puta madre toda la noche o la mañana o lo que fuera y de repente que llaman fuerte a la puerta, en plan como si la fueran a tirar, ¡y que es la poli, tío! Y Ágatha con cara susto que me calle y que corra, y vamos por ahí por el balcón a colarnos a casa del vecino que el pobre estaría durmiendo tan tranquilo y salimos por el otro lado de la escalera y a todo correr, y la tía se me engancha de la mano y que no me suelta, creo que no he corrido más en mi vida, hay que dejar de fumar, macho, encima después de toda la noche de empalmada, y ya cuando la chica cree que todo bien pues nos metemos en un burguer a meternos un Mac-desayuno o algo de eso y me explica que el pavo de antes, el del bar, que está metido en movidas feas, que esa visita ya se la olían de hace tiempo, y que ella ahí medio alemana pero más bien moldava y papeles nanai, así que como para quedarse a mirar. Yo que ya me olía movidas de esas me daba ya igual, que estaba flipado con la carrera y el acento de la pava y todo, y encima resulta que el borracho ni novio ni ná, amigo de su tío que también anduvo por Madrid, y yo ya haciéndome ilusiones pero bah, no, ya no, ya no pasó nada, nos despedimos y pa' casa y ya. Pero claro yo todo rayao, me dormí ná, un rato, y ya despierto y fui pa'hí a dar una vuelta por el parquecino, que había quedao con el Chema, y después me piré yo sólo a dar una vuelta y adrede o sin querer aparezco en el bar del día anterior, el antro ése, y ahí está Ágatha sola que me dijo que me estaba esperando, yo flipao, y otra vez a hablar a hablar... y ná, nos empezamos a liar y eso y nos piramos del bar a que me enseñe un sitio, lo flipé tío, por detrás del vertedero por ahí una torrecina a la que se puede subir, se ve de un lado toda la ciudad y del otro el bosque, buah increíble, y saca del escote una botellita con un líquido que huele a limón y me dice que me quiere para siempre o no sé qué, total, que yo también enganchadísimo de la pava, te juro que es la hostia, y nos ponemos de rodillas y me hace un círculo en el centro de cada mano con el líquido, y luego en la frente, y luego en los labios y me lo da y yo se lo pongo a ella también, y nos atamos con una cinta roja que saca del bolsillo, y me dice que ya está, que para siempre somos uno o algo así y tío, a lo mejor te parece una gilipollez, pero no fue una tontería, que es de verdad, que yo ya no soy el mismo, que es ella y ya, y pues eso, que ni juez ni ayuntamiento ni iglesia ni cura pero que es ella para siempre, lo estoy flipando hasta yo, no sé que ha pasado en estos dos días pero bueno, no sé, estoy... estoy flipao, que justo con lo del rito ese que estaba amaneciendo y llevamos toda la mañana por ahí juntos viéndolo todo y hablando y bueno, a ver si la conoces porque es la hostia, y bueno, que más o menos es eso lo que ha pasado, que mira que te vas a tirar un ratazo escuchando el rollo que te he metido y probablemente también lo flipes tú conmigo, que no me mojaba ni con una sopa y ahora ahí con Ágatha, que por cierto ya ha salido de la ducha así que mejor te dejo y luego me llamas y quedamos, ¿va? Venga, tío, nos vemos en un rato, ciao...

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Pau dijo...

Muy trainspottingense, me ha encantado.

Master dijo...

¿Cómo lo haces? ¿Piensas algo de lo que quieres escribir o simplemente te sale? Ja ja... la forma en la que esta escrito da la sensación de ser efectivamente un colega que te lo cuenta... y el surrealismo es tremendo... precioso